Cuando te preparas para implementar el Lean management, debes tomar en cuenta la manera en que diriges a tu equipo. El liderazgo es una de las bases de la gestión y si deseas que la adopción Lean tenga éxito en tu organización, debes estar listo para cambiar.
Dirigir a un equipo Lean requiere de una cultura de liderazgo compartida y en los siguientes párrafos, aprenderás todo lo que necesitas saber para comenzar a trabajar con el objetivo de convertirte en un verdadero líder en un entorno Lean.
¿Por qué el Liderazgo de Arriba Hacia Abajo no es Adecuado para Gestionar Equipos Lean?
Durante mucho tiempo, el modelo tradicional de liderazgo de arriba hacia abajo fue ampliamente adoptado en la mayoría de las empresas de todo el mundo.
En el pasado, fue funcional a las empresas porque permitía a los ejecutivos mantener un control firme de la organización en todos los niveles, manteniendo todo el poder de toma de decisiones. Aunque ha funcionado bien, el modelo se está volviendo obsoleto y poco práctico, especialmente en el contexto de Lean management.
Existen 8 diferencias principales entre el liderazgo compartido y los modelos de gestión de arriba hacia abajo. En el contexto Lean, el modelo tradicional puede resultar bastante limitante debido a que:
El manejo del poder está a menudo muy centralizado
El intercambio de información rara vez se fomenta
La toma de decisiones es un privilegio de la gerencia
Los bucles de retroalimentación son difíciles de mantener
Puede decirse que el mayor problema con el liderazgo tradicional es que es extremadamente inadecuado para el proceso de mejora continua, el cual es vital para la implementación exitosa del Lean.
Esto se debe en gran medida a las limitaciones que el modelo de arriba hacia abajo causa a las acciones del equipo.
Por ejemplo, el hecho de saber que deben consultar a un manager, el cual debe acudir a un ejecutivo para obtener la aprobación, incluso de pequeños cambios, a menudo opaca el deseo de los miembros regulares del equipo de sugerir mejoras y los mantiene estancados haciendo lo mismo una y otra vez.
¿Qué es el Liderazgo Compartido?
El liderazgo compartido se basa en la idea central de que el rol principal del líder es guiar a su equipo hacia lograr el objetivo común, en lugar de ser un jefe y dar órdenes desde arriba.
En el modelo de liderazgo compartido la jerarquía es más informal y el manager necesita ser aceptado como parte del equipo, y no como un ser superior cuya aprobación se requiere incluso para las tareas más pequeñas.
Los líderes que son motivados por el principio de liderazgo compartido irradian conocimiento y buscan proporcionar transparencia a su equipo. Estos brindan una imagen completa al equipo en aras de una mejor colaboración. Se fomenta el intercambio de ideas y el líder se asegura de que exista un entorno seguro para que estas florezcan.
La columna vertebral de la cultura de liderazgo compartido es delegar responsabilidades en toda la organización y otorgar la capacidad de ejecutar decisiones a un mayor número de personas, hasta cierto punto, sin la aprobación del supervisor.
El mayor beneficio de compartir el liderazgo es que un equipo capaz y motivado puede ofrecer más valor en un menor tiempo cuando se le proporciona más flexibilidad de acción y no está limitado por demasiada burocracia.
Como manager Lean, debes permitir y ayudar a tu equipo a ser responsable de su proceso.
Debes promover la colaboración y proporcionar retroalimentación a tu equipo de forma regular.
Implementando el Liderazgo Compartido en el Entorno Lean
Cuando das los primeros pasos en la implementación de Lean management, debes dejar en claro que se espera que cada persona sea un líder en su campo respectivo.
Esto te puede obligar a hacer una distinción clara entre lo que significa ser un líder en comparación con ser un jefe.
Si tu equipo está acostumbrado al modelo de arriba hacia abajo, esta transición puede llevar tiempo y requerir de mucha motivación al principio.
Comparte la responsabilidad de identificar el valor de tu trabajo
Debes ayudar a tu equipo a comprender el valor que producen para el cliente final y motivarlos a buscar formas de mejorarlo.
Ayuda a cada persona a comprender cómo encajan en el proceso de generación de valor y asísteles en la identificación y mejora de su contribución individual de valor.
Mantente atento a los silos organizacionales y elimina la mentalidad de silo en aras de mejorar la colaboración. No quieres una actitud de "este no es mi trabajo" en tu equipo, así que asegúrate de que todos los miembros estén en la misma página.
Mapeen juntos el flujo de valor
Una vez que el valor del trabajo de tu equipo ha sido identificado, deben proceder al mapeo del flujo de valor de su proceso. Aunque posiblemente comprendas tu proceso a la perfección, esta no es una responsabilidad que solo el manager deba asumir.
Tus héroes son las personas que lo mantienen en funcionamiento todos los días y que se enfrentan a problemas de los que no siempre te enteras, es por ello que deben analizarlo y visualizarlo colectivamente.
Si organizas tu trabajo en un tablero Kanban, después de que el equipo se familiarice con su funcionamiento, discutan los posibles cambios en los pasos de su proceso y dales la libertad de sugerir mejoras.
Esto es especialmente importante para los equipos multifuncionales que están formados por personas de diferentes áreas de especialización (por ejemplo, marketing, I&D, ventas, etc). Si estás en el proceso de formar un nuevo equipo de este tipo, reúne a todas las personas que van a estar juntas y dales la libertad de desarrollar el proceso de colaboración por sí mismos.
Como líder formal, deberás aprobar el esquema que desarrollen o sugerir mejoras en caso de haber fallas.
Creen un flujo colectivamente
Crear y mantener un flujo de trabajo es crucial en Lean Management. Si bien el establecerlo es más la responsabilidad de un manager, tu equipo debe convertirse en su dueño.
Deben estar conscientes de cómo progresan las tareas de todo el equipo y estar atentos a los obstáculos. Al adoptar una cultura de liderazgo compartido, debes darles suficiente flexibilidad para redistribuir capacidades por su cuenta con el fin de lidiar con los problemas de flujo.
Por ejemplo, si el proceso está bloqueado ya que el miembro del equipo responsable de ejecutar una tarea está ausente, otro miembro con capacidad disponible y experiencia adecuada debería tener la libertad de continuar y terminar la tarea sin la necesidad de solicitar permiso explícitamente.
Esto no significa que no deban informarte sobre ello y compartir su plan de acción, pero no deberían verse obligados a pedir permiso para garantizar un flujo de trabajo continuo.
Permite que tu equipo “jale” tareas
Cuando se logra el flujo, debes proceder con la configuración de un sistema de trabajo pull, que es otro aspecto clave del Lean management que puede resultar imposible en el modelo de liderazgo tradicional. Este es uno de los cambios más difíciles para los managers que están acostumbrados a delegar trabajo todo el tiempo.
Pull es un sistema con un límite sobre el trabajo que puede estar en proceso simultáneamente.
De esta manera, todos se centran en una cosa a la vez y comienzan a trabajar en nuevas tareas únicamente cuando tienen la capacidad de procesarlas sin tener que abandonar algo que está actualmente en proceso.
Por lo tanto, las tareas se extraen o jalan del backlog en lugar de ser empujadas al proceso y provocar el abandono de trabajo inconcluso.
Dicho de forma simple, en lugar de buscar constantemente personas que estén libres y “empujarles” trabajo, al adoptar una cultura de liderazgo compartido, debes estar seguro de que estas encontrarán trabajo una vez que terminen.
Crea un entorno sostenible para la mejora continua
Puede decirse que el beneficio más importante del modelo de liderazgo compartido para Lean management es que permite que la mejora continua florezca. Este le da la oportunidad a cada miembro del equipo de apropiarse de su proceso.
Esto se debe al hecho de que tendrán más espacio para mejorar al darles la libertad de tomar algunas decisiones y así esforzarse por ser mejores en lo que hacen demostrando que la confianza está sólida.
La mejora individual es solo una cara de la moneda. Tu equipo se sentirá más seguro para sugerir mejoras a su flujo de trabajo y experimentar.
No obstante, cuando se apropian de su flujo de trabajo, podrán desarrollarse continuamente como grupo y lograr una simbiosis de sus acciones. Como resultado, su manera de colaborar evolucionará constantemente. Podrán complementarse uno al otro de forma natural y tu rol se convertirá más en el de un líder y menos en el de un manager.
No te molestarás con pequeños problemas y podrás concentrarte en actividades que agreguen valor.
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Nick es un apasionado del marketing de productos y el desarrollo empresarial, y es un experto en la materia en Businessmap. Con experiencia en OKRs, ejecución de estrategias, Agile y Kanban, continúa impulsando su interés en la mejora continua. Nick es un practicante certificado en PMI Agile y SAFe Agilist.